6 años en Kenya
Como pasan… 6 años y 7 viajes separan estas imágenes.
En medio, mucho trabajo, muchas ilusiones, mucho cariño y un montón de experiencias que hemos soñado y vivido juntos.
Juntos hemos aprendido, hemos llorado y reído, hemos crecido, nos hemos conocido y hemos compartido lo mejor de lo que somos capaces.
Lo que empezó como una aventura se ha convertido en un proyecto muy sólido y está dando unos resultados espectaculares. Cada día hay más personas involucradas colaborando y los lazos personales que se han creado están por encima de la música, de proyectos o rutinas. Anidan nos abrió sus puertas y hoy somos una familia que crece.
Nosotros somos pequeñitos y con pocos recursos, pero lo solucionamos con ilusión y muchas ganas. Ofrecemos nuestro tiempo y lo que sabemos hacer persiguiendo un sueño que ya se está materializando: ¡¡¡ya han empezado a funcionar solos!!!.
Cada viaje ha supuesto un pasito adelante. Con mucho respeto nos hemos ganado a la comunidad musulmana, que nos acoge como hermanos y ya, no sólo en Lamu, la percusión de la Anidan-Bloko del Valle Juniors Band es un referente.
La segunda generación de niños y niñas ya está funcionando y esto sigue.
En este último viaje Unai les reunió en el Círculo Sagrado y les explicó que el director tiene que pasar su anillo para que la música no muera. La batuta que ahora tenían Amina y Jumbe, se la pasaron a Rafita, que la cogió con esa sonrisa… y en silencio. Al rato, Unai le preguntó (a solas): “Rafita has entendido lo que esto supone? Sí, Unai, que cuando tu te mueras yo tengo que seguir con todo esto”.
Y se fue feliz tocando en el aire un ritmo que sólo él oía.