Los dos primeros conciertos. ¡¡¡ Todo vendido !!! El público entregado y sorprendido

monumental

22 de abril de 2014: Vitoria – Gasteiz. 650 localidades vendidas y gente buscando una entrada en la calle para poder acceder al Conservatorio Jesús Guridi. 

23 de abril de 2014: Madrid. Teatro Monumental, con las cámaras de RTVE en directo. 1450 entradas vendidas y lleno absoluto.
D. Shostakovich, C. Saint – Saëns, A. Dvorak, D. Goyeneche (con orquestación de Tomás Aragües) son la propuesta del director para este año.

Los conciertos, espectaculares. La Euskadiko Ilkasleen Orkestra – EIO, el Orfeón Donostiarra Gazte y la ANIDAN-BLOKO DEL VALLE Juniors Band hacen las delicias de un público entregado que no sale de su asombro ante la calidad técnica que se respira en el escenario. Estos chicos y chicas de entre 11 y 18 años, suenan como una orquesta profesional, con el componente adicional y «diferente» de arropar a un grupo de chavales de Kenia que no saben leer partituras, pero llevan la música en la sangre.
La dirección de Iker, magistral y su compenetración con Unai… como si fuera un tercer brazo que dirige la parte africana presente en el escenario.
Un escenario con 90 músicos y 82 voces, vestidos de negro integral y aderezados por el rojo brillante de los 11 ilusionados kenianos que aportan el color, el movimiento y la parte más tribal del espectáculo.
El movimiento y el ritmo se contagian. El escenario se mueve. La música nos atrapa a los de arriba y a los de abajo. Hay una comunicación y complicidad total hasta el final del concierto, cuando el público en pié no para de gritar y aplaudir… y llega el bis… MALAIKA, en una versión espectacular de Jimmy Bidaurreta, y ahí todo empieza a cobrar otra vida diferente… Iker ha pedido a los chavales que se dejen llevar, que piensen en África, que se muevan, que lo den todo. Y lo dan. Y nos llega. Brotan emociones y lágrimas y muchos corazones laten al unísono.
Hay detrás mucho trabajo de unos cuantos locos que soñábamos con este momento y que quizás el abrazo final de Iker y Unai, al que se sumó el público asistente a los dos conciertos, puede resumir y apoyar nuestro lema: Como no sabíamos que era imposible, lo hicimos.
Pero no acaba nada, al terminar los conciertos, los Tambores para la Convivencia vuelven a sonar. Sacan a la gente a la calle y suenan. Fatma y Tina se ponen a cantar, arrastran a todo bicho viviente y África hace que nuestros 180 chicos y chicas se fundan en una fiesta que no distingue entre religiones, culturas o condición social. Sólo compañerismo, complicidad e ilusión. Sólo música.

Conservatorio Jesús Guridi, Vitoria – Gasteiz

Teatro Monumental, Madrid

~ por Gotzon Cañada en 24/04/2014.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.