Las impresiones de Iker, director de la Euskadiko Ikasleen Orkestra (EIO). Orquesta Joven de Euskadi

Primera escala en el Cairo y de allí hasta Nairobi. Las pocas horas de sueño del día anterior, por no decir ninguna, sirvieron de ayuda para no darse cuenta del trayecto. La mañana era fría en la capital, Unai llamó a un viejo conocido taxista y después de visitar a una familia de jirafas nos acercó al Aeropuerto Willson para que desde allí volásemos con una pequeña avioneta (que funcionaba a pedales) hasta Lamu. El sol atizaba al mismo tiempo que nos cambiaba la cara, habíamos llegado. Desde ese primer momento y hasta hoy, primera semana, no ha dejado de sorprenderme lo afectuosos y protocolarios  que son los saludos en Lamu, la cercanía que muestran no es otra que la huella dejada en los viajes anteriores por Gotzon, Erika, Unai y Luly, del Bloko del Valle.

Dormimos en casa de Rafa, una casa recién construida frente a la playa. Atravesando un pequeño arroyo de arena llegamos a Anidan, estamos cerca. Cuando llegamos los niños se escondían del sol bajo  un gran toldo construido con hojas de palmera, cantaban, y se les veía felices, no era para menos, ya que estaban recibiendo los regalos para el Iddi, el final del Ramadán. Aunque aún faltaban algunos días para la celebración final, no pudieron aguantar las ganas de probarse con prisa los coloridos vestidos y trajes que han llevado durante este último fin de semana por las céntricas y estrechas calles de Lamu. Estaban eufóricos y orgullosos de sus nuevos complementos, cómo no, igual que cuando éramos niños y nos llenábamos de regalos en Olentzero.

Entusiasmo. Con esa palabra podría definir a los chic@s que voy conociendo en Anidan. Los abrazos, besos, los saltos de hombro a hombro son una constante desde primera hora de la mañana, no hay tregua. Menos mal que no están todos, pienso, imagínate 250 encima tuyo sin dejarte respirar…pero no, ni mucho menos! aunque pueda parecer empalagoso no les hace falta ningún gesto o palabra para dejarte el espacio necesario y poder seguir con tu tarea. Son niños que escuchan con los ojos, observadores, respetuosos, solidarios entre ellos y posiblemente aunque ellos no lo sepan las personas más empáticas que he conocido hasta ahora en esta pequeña isla.

El proyecto musical va cogiendo forma y los primeros ensayos no se hacen esperar. Tratamos de buscar la mejor estrategia para transmitirles la parte instrumental dentro de la obra sinfónica, ya que ellos no leen música. Un gran reto, sin duda. Finalmente parece que hemos encontrado soluciones (que no están lejos de la flexibilidad que deberá tener el compositor) a través de patrones y ejercicios que probarán sobre los Surdos, Repiques y Timbaus  para que en unos meses puedan adueñarse  de la música que compartirán con un puñado de instrumentistas vascos con ganas de seguir disfrutando de aquello que mejor saben hacer, Música.

Iker Sánchez  Silva

~ por Gotzon Cañada en 15/08/2013.

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