Cena swahili en casa de los Mattei: Ugo, Claudia, Alessandra y Francesca

Una inesperada invitación, en casa de Ugo nos permite conocer por dentro una de esas casas swahilis restaurada. La sobria y elegante arquitectura nos transporta a esos tiempos en los que los mercaderes de esclavos vivían en la opulencia. La luz, el aire y la tierra se mezclan para facilitar la vida a los ocupantes. Tenían unos magníficos arquitectos.

Una cena sabrosísima que degustamos todos los actuales componentes de ANIDAN (y que Erika hubiera disfrutado) sintiéndonos por unas horas como auténticos sultanes…

Pero, además de la cena, tuvimos la ocasión de escuchar, sentir y gozar de la más auténtica música swahili. Unos de los mejores y más ancianos músicos del lugar se prestaron a reunirse de nuevo (hacía muchos años que no tocaban) y deleitarnos con sus ritmos y estribillos, de los que Unai e Iker no perdieron ni una nota: un LUJAZOOOOOOO.

Ya por la mañana, íbamos preparados para las primeras clases teóricas de Iker y prácticas de Unai, pero no había niños…. Tenían clase. Cambio de planes… En Africa es mejor no planificar, casi nunca funciona. Cada cosa tiene su ritmo y su momento y no suele coincidir con el nuestro, así que nos toca aprender y adaptarnos.

Los músicos, con Badru y Saji se van al Tamrindo Music Arena a preparar la percusión. En ese espacio, oir los sones de los tambores parece mágico y poco a poco van casando las partituras con nuestros instrumentos. Salen muy contentos, porque va a funcionar. La obra de Donato Goyeneche: AFRICA, que estrenarán en la gira, se presta para que la orquesta y nuestros niños compartan unas horas por los escenarios de Italia y País Vasco, en abril del próximo año.