Los pequeños ya están tocando

Los dos primeros días, ha llovido. Tormenta cegadora que presagia un radiante sol que nos tostará. Y nos ha tostado.

Ya nos hemos hecho con la “peaso casa” que tenemos y empezamos a dormir mejor, salvo Natacha que pelea cada noche con los murciélagos residentes. En el pueblo ya se ha corrido la noticia de que estamos y a cada paso nos preguntan : ¿CUANDO TOCAIS?.

Nada más llegar, nos encontramos con Omar, uno de los organizadores del Festival y lo primero que dijo, tras abrazarnos con una sonrisa de oreja a oreja, “¿Vais a tocar?” Sí, claro si nos invitáis, respondimos y salto con un ¡¡BIENNNNNN, ya tenemos Festival!. Hay unas ganas en el pueblo que no se pueden describir y, además, van a proyectar en la plaza y en pantalla gigante la actuación de la Big Band Boom Fire en el Mumes, el domingo por la noche.

Hoy ha sido día de trabajo: arreglo de material (que estaba un poco estropeado), talleres por separado, de digitación sin tambores a cargo de Natacha, reparación y preparación de nuevas mazas con Luly y hemos visto el trabajo del grupo percusión de los pequeños. Se nos caía la baba. Esos pequeñajos que hace dos años nos daban guerra, han crecido y no os imagináis lo orgullosos que nos sentimos y que os tenéis que sentir, porque gracias a vuestro apoyo este proyecto va a seguir adelante e intuimos que no tenemos ni idea de adonde nos va a llevar.

Hace un calor tremendo y sudas siempre. Pero aún pegajosos y un tanto cansados, no paramos ni un minuto. Aquí cada abrazo o beso que repartes es un soplo de aire fresco, cada mirada cómplice, un revolcón en el corazón y cada uno de los elementos que rellenaban las 6 cajas de tambores, un maná caído de Tenerife. Además, el hecho de ser nuestra tercera visita, hace que vaya quedando poso y no seamos de los visitantes que nunca vuelven… cuando un niño o niña se te acerca y te dice que “os he echado mucho de menos”, es difícil esconder esa lágrima que brota espontánea y te hace pensar …tenemos que seguir con esto y con ellos hasta que el cuerpo aguante.