Lamu desde Lamu, 20-11-2010
Lamu es un pequeño archipiélago de 7 islas y a su vez la más grande y poblada. Tiene una característica muy especial: NO HAY COCHES. El transporte interior se hace con burros y las pequeñas barcas mueven mercancías y personas entre islas.
La ciudad está serpenteada de pequeñas callejuelas, estrechas, muy estrechas donde los burros son los que mandan, aunque ya hay algunas por donde no pueden circular. Hay incluso un hospital para burros, que Rubén (nuestro veterinario) quiere visitar. Pequeñas tiendas con gentes amables y sonrientes, comida callejera que impregna el ambiente de sugestivos olores, mezquitas (80 mezquitas para 10.000 habitantes), actividad ruidosa. Mucho calor, olor a mar y pescado y algún turista de visita, que viene de la zona rica de la isla, Shela.
Tras cuatro días en Anidan, ya nos conocen y saludan… la percusión se oye, la oyen, la comentan… unos blancos que tocan los tambores (ngoma) y más desde que asistimos al partido de futbol de semifinales de los juveniles. Alucinaron cuando apareció Zankotada montándola.
E incluso, por primera vez, las chicas de Anidan asistieron, bailaron, cantaron, gritaron… no es normal que las mujeres asistan al futbol. María no sabía muy bien que podía pasar. Y no paso nada. Un tímido inicio que se fue convirtiendo en fiesta animados por Jordi, Rubén, Luly, Roy, Ricardo, Unai, Nati e Ingrid: Zankotada.
Están habiendo muchas “primera vez” en las actividades de cada día. Tanto en los ensayos y talleres, como en las propuestas e ideas que surgen a cada paso.
Hay muchas pequeñas cosas que se pueden hacer, sin grandezas, con una repercusión enorme e inmediata. Y eso es lo que cada mañana nos levanta con emociones y una profunda gratitud hacia todos estos niños y niñas que nos están regalando: su amistad, cariño, sonrisas, abrazos…
Rafa, María, Ricardo, Carmen, María, Ignacio y todo el personal de Anidan nos están dando mucho. Nos sentimos seres privilegiados por poder compartir cada minuto, en este lugar perdido de Kenia , con todos estos personajillos a los que lo más duro de la vida los ha golpeado muy fuerte y aún así nos regalan su alegría.
Perdonarnos si no somos capaces de trasmitir este torbellino de emociones y sensaciones.
Y esta tarde nos han invitado a la fiesta de la “luna (mwezi) llena” que os contaremos mañana.
Entre tanto los talleres siguen, tanto de pintura y manualidades para los peques dirigidos por Ingrid y Nati, y las lecciones de percusión de zankotada…va sonando.
feliz fiesta de la luna llena….¡¡¡¡ auuauuuuuuu
sigo y leo vuestra experiencia y sonrío mucho, sobre todo de ver esas expresiones que llevais…. me alegro mucho… gracias por porder ofrecer eso y más ¡ besazos..a todxs ¡.. ayy ke ganas de estrujaros…
Me gustaMe gusta